Travestis en el puerto, la lucha contra la discriminación
Han sufrido desde golpizas y homicidios hasta manipulación política. Esos son los riesgos de ser un travesti porteño. Sin embargo, sindicatos como Afrodita en Valparaíso o la agrupación Alianza Trans, han sabido darle un vuelco a la situación, aunque aún queda mucha tarea por hacer.
El puerto siempre ha sido un buen sitio para el negocio del comercio sexual. Desde todo Chile y Argentina llegaban las prostitutas y drag queens más cotizadas con el fin de hacer que un marinero solicite sus servicios el día que llegaba un gran buque a desembarcar.
Esto concuerda con el aumento de organizaciones neonazis dentro de la región, grupo altamente agresivo contra el oficio sexual de los travestis, por lo que estos suelen terminar sus noches de trabajo con una paliza o, incluso, la muerte.
“Apenas se oscurece, tenemos que luchar con el miedo que algún hijo de puta nos venga a pegar” Afirma Myryam, travesti de 25 años que suele circundar las calles del puerto de mis amores.
Pero la discriminación no empieza ni termina en este pequeño grupo de reaccionarios. La muerte de Wendy (Anselmo Vivanco) por Sida, debido a la descuidada asistencia que recibió en el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, tras haber ido en cinco oportunidades de urgencia, fue uno de los hechos que más golpeó a la comunidad travesti y que inspiró a Carolina Adriazola para hacer su documental Montgolfier.
Los travestis saben que si no logran erradicar la intolerancia y la discriminación les será imposible hacerse un espacio en esta sociedad que los excluye hostilmente. El llamado es a cooperar con la integración de todas las organizaciones sociales como este sindicato.
“A Valparaíso llega tanta gente de San Felipe y Los Andes que no tienen ni para la micro.” Afirmó Zuliana, presidenta del sindicato Afrodita en una entrevista para la revista Opusgay.
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